lunes, 12 de enero de 2009

De verdad, es bella


La vida es bella" es una fábula chaplinesca acerca de la fuerza de la imaginación en la dura realidad de la Europa de la Segunda Guerra Mundial, donde el inocente Guido (Roberto Benigni) deberá utilizar su gran espíritu infatigable para salvar las vidas de aquellos a los que ama. La película es un cruce de comedia, drama y romanticismo sobre el poder de la risa para conmover el corazón humano. (www.cinelinkara.com).

Pues sí, señores, hoy les hablaré de un clásico del cine del siglo XX. La vida es bella, una de las historias más conmovedoras que he conocido y que tiene un profundo análisis desde el punto de vista de los sentimientos en tiempos duros. Es uno de los largometrajes de la gran pantalla que merece mi más alta valoración como consumidor habitual de cine.
Roberto Benigni nos sumerge en esta película en un clima de guerra y terror que a cualquiera podría llegar a derrumbar física y moralmente. Sin embargo el protagonista, es capaz de sacar un sonrisa para combatir con la cruda realidad. Pues está a cargo de su hijo, un niño al que la verdad pondría en una situación terrible. Su padre es capaz de desbordar su propia imaginación y transmitirsela a su hijo, haciendo que este crea que todas las calamidades y penurias que están viviendo es un juego. Esta comedia dramática, que así es como me parece más acertado presentarla, no muestra nada más allá que el poder del amor de un padre para que lo duro que le toca vivir a su hijo sea mucho más llevadero. Así, frente a la imparable actividad bélica y a la detestable sumisión humana, aparece un elemento enternecedor y apacible que hace que incluso el espectador se calme.
Sin duda, merecería un profundo análisis de personajes junto a la trama, pero me parece que para esbozar unas pequeñas pinceladas sobre la historia es suficiente. Recomendable, muy recomendable, si es que alguien no la ha visto aun claro.

La vida es bella¡¡¡¡¡

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